MANUEL ORTEGA
TRABAJADOR
Panamá
Las hipotecas fueron el principal producto que ha tenido la aplicación de la moratoria
‘Un sacrificio', así describió Manuel Ortega la compra de su vivienda y en medio de la pandemia por el covid-19, teme perderla. Ortega, trabaja en un almacén de la localidad y junto a su esposa han tenido que hacer un esfuerzo sobrenatural para seguir su préstamo hipotecario.
‘No quiero que suba el interés, así que entre mi salario y el de mi esposa pagamos la cuotas de la casa; estamos remándola porque el plazo que tenemos es de 30 años y no queremos sumarle más', manifestó.
Pero la realidad de Ortega contrasta con la de 139 mil panameños que el año pasado, según datos de la Asociación Bancaria de Panamá, se acogieron a la moratoria de hipotecas para poder seguir adelante en medio de suspensiones de contratos, recortes de salario y despidos.
De acuerdo con esta entidad, las hipotecas fueron el principal producto que ha tenido la aplicación de la moratoria que culmina este 30 de junio.
Para la economista Maribel Gordón nunca hubo una moratoria como tal, solo una serie de negociaciones que incrementaron las deudas. ‘Si las personas no pueden pagar van a perder los bienes adquiridos por medio de los préstamos bancarios, esto incrementa los niveles de precariedad de nuestro país que afecta a los trabajadores, obreros y a la clase media', analizó.
Asegura que el Gobierno jamás ha tenido la intensión de solventar las dificultades que generó los más de 282 mil contratos suspendidos y el incremento de la informalidad que se mantiene en un 60%.
Aunque la Asociación Bancaria de Panamá y la Superintendencia de Bancos han señalado en reiteradas ocasiones que los bancos darán soluciones después del 30 de junio a sus clientes, la población no ve la luz al final del túnel y teme perder sus hogares.
‘He tenido conversaciones con el banco, pero aunque me han ofrecido una reducción en las cuotas, con el salario recortado, no puedo hacerle frente a mi préstamo, ellos quieren que se les pague, pero no hay con que', manifestó Valeria Ábrego, quién tuvo que acogerse a esta medida porque la empresa en la que laboraba le hizo un recorte del 50% a su sueldo en abril de 2020.
Carlos Berguido, presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá señala que en la actualidad hay más de 100 mil préstamos hipotecarios esperando ser restructurados.
‘600 mil ya han sido objeto de arreglos de pago, y demás durante los últimos 5 meses'.
Berguido aclaró que la moratoria que terminó en diciembre de 2020 lo que hizo fue extender el plazo de la obligación, pero lo que hubo, a partir de enero 2021, fue un periodo de 6 meses para que los bancos y sus clientes lograran cambiar los términos y condiciones de sus préstamos. ‘Lo último que el banco quiere es que la gente pierda su casa, deben acercase y explicar su situación', puntualizó.
MANUEL ORTEGA
TRABAJADOR