• sábado 02 de marzo de 2024 - 12:00 AM

¡Perdimos los votantes!

Para la democracia y su consolidación como el sistema

Como era de esperar, a seguidas del “debate presidencial”, que venía lastrado por la “comedia de errores” que lo precedió, algunos opinadores, muy pocos, por cierto, se han ocupado de juzgar cuál o cuáles de los candidatos ganaron o perdieron. Respetando, como siempre hacemos, todas las apreciaciones personales, nos parece que ese no es el punto a dilucidar, por cuanto que, objetivamente, antes que ganadores y perdedores, lo que quedó patente es que perdimos los electores y, como consecuencia, el país.

Para la democracia y su consolidación como el sistema que mejor permite la manifestación efectiva de la voluntad popular, es esencial que las diferentes ofertas electorales sean expuestas con claridad y abundancia de argumentos. Y los debates están supuestos a servir para que estas sean contrastadas y que esa contrastación ayude a los votantes a escoger la que la mayoría considere como la mejor. Pero si, como fue el caso del pasado día 26, lo que vimos fue una caricatura de debate, la única conclusión es que, antes que ganadores y perdedores, hubo un gran perdedor: la ciudadanía convocada a votar el 5 de mayo.

Las razones para que el debate fuera un auténtico fracaso fueron varias. La principal fue el formato decidido por los productores. Por el número de participantes, era contraproducente tratar de cubrir demasiados temas y, peor aún, no haberlos jerarquizado y como imponía la lógica más elemental, repartido el tiempo de acuerdo a su importancia.

Los problemas que enfrenta nuestro país, por ser notables las diferencias en cuanto a su importancia y, sobre todo, en la urgencia con la que debe buscárseles solución, primero se deben priorizar y, segundo, asignar los espacios para su discusión, acordes a esa priorización.

Innumerables sondeos y auscultaciones de la opinión pública, repetidamente nos dicen que el primer lugar lo ocupa la crisis de la seguridad social y el segundo, la crisis del agua. Haber permitido que, mediante el formato del debate, se dejaran atrás sin un análisis de fondo y que los aspirantes transitaran por ellos, casi de puntillas para no comprometerse, y que no se les reprochara su ligereza fue un fallo imperdonable.

Para que los próximos encuentros sean verdaderos debates que ilustren a la ciudadanía, deben ser los propios candidatos y candidatas los que decidan el formato, que debe ser uno en el que ellos mismos busquen la confrontación a fondo de sus propuestas, de acuerdo a los intereses prioritarios del país. Repetir un sainete como el del pasado día 26, seria volver a hacer del pueblo el gran perdedor.

Abogado

Últimos Videos
comments powered by Disqus