- martes 02 de abril de 2024 - 12:00 AM
Una relación que no cuenta con el contacto físico la mayor parte del tiempo necesita de unas reglas consensuadas y concretas para sobrevivir intacta en la distancia.
Entre las bases primordiales está la comunicación fluida por encima de todo. Al no sentir piel con piel con nuestra pareja, es fácil que surjan malentendidos, celos o inseguridades que den por terminada la relación.
Hay que trabajar en la confianza y compromiso mutuos, así como mantener una actitud positiva.
Lo primero que debemos hacer es determinar si eres un perfil adecuado para mantener una relación a distancia. La razón es que no todas las personas están preparadas para vivir este tipo de relación ‘no presencial’. Si eres celosa/celoso, necesitas ver a la otra persona de manera frecuente, y es probable que vayas a estar deprimida(o) o ansiosa (o) por la lejanía, tienes un problema.
Si tienes estas sensaciones y no puedes controlarlas, debes plantearte si quieres estar en una relación a distancia o lo más saludable es romper. La segunda pregunta que conviene hacerse es por qué nos encontramos en una relación a distancia.
En este caso, es importante descubrir si realmente están enamorados o la distancia es solo una excusa para no apostarlo todo al amor. En el caso de que vivan en ciudades diferentes cuando comenzaron la relación, se deben establecer plazos para encontrarse físicamente y empezar a vivir como pareja.
A nadie se le escapa que una relación a distancia es muy complicada, y si te vas sin saber si estás en una relación seria o si tienes o no planes de futuro, todo va a complicarse el triple.
Es importante hablar del futuro juntos, de lo que cada uno espera, del otro, de los límites y las necesidades básicas.
Pero claro, una relación a distancia tiene que tener un fin, y sólo va a funcionar si hay un compromiso de volver a estar juntos algún día, porque la distancia no puede ser eterna.
