Crónica roja
Unidades especiales del Senafront patrullan la parte selvática entre Taimatí y la comunidad indígena de La Chonga.
Unidades especiales del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) patrullan la parte selvática entre Taimatí y la comunidad indígena de La Chonga. Es de madrugada, por lo que hay poca luz.
De pronto, se topan con un grupo de desconocidos, a quienes les dan la voz de alto. Se detienen, sí, pero para crear un infierno de balas y gritos.
Los policías fronterizos responden.
¿Cómo medir el tiempo durante un intercambio de disparos, en la selva, a oscuras, bajo el ruido brutal de las ametralladoras?
No hay forma. El tiempo pierde sus características físicas. Para quien está bajo fuego, La vida se mide por la respiración de cada cual, por la tensión de los músculos y el oído atento, no con el reloj.
El tiroteo cesó cuando cayó el primer muerto, y fue del lado de los adversarios.
Una fuente de Senafront calificó a los asaltantes como narcoterroristas. Capturaron a dos adultos y dos menores (17 años aproximadamente).
Tenían en su poder 4 fusiles AK-47, dos teléfonos satelitales y comida como para 30 personas.
‘Creemos que estaban esperando un cargamento, y a cambio entregarían las provisiones’, dijo la fuente.