Finalizan los tiempos políticos, de dimes y diretes, de alianzas, juegos y rejuegos, para las elecciones de 2024. Hora de meditar con la confianza y seguridad de haber razonado por quien votar. Un voto de conciencia, un voto mesurado. No un voto apresurado ni un voto clientelista. Cuando a usted le pagan por el voto, usted está vendiendo su conciencia, su futuro, el de sus hijos y el del País. eso es pan para hoy y hambre para mañana.
Candidatos con muchas promesas que jamás podrían cumplir porque aún con el actual presupuesto estatal sería imposible lograrlo.
No entraremos a detallar costos de inversión, demostrar tantas falacias pudiera terminar aburriéndoles.
Por eso es importante el voto razonado, ese que se desprende de tu conciencia cívica ciudadana, el que corresponde hacer. Es independiente a tu partido político de inscripción, más bien, analízalo por el bien de la patria, por el beneficio de todos los panameños; no el beneficio personal que pueda quizás alguien intentar lograr con el “qué hay pa´mi”
Nos quedan solamente dos días porque el domingo es la clave, la determinación, hundimos el barco o logramos un gobierno que resuelva sin robar. el País ya no resiste mas. La población tiene la obligación de escoger bien para lograr el desarrollo económico que necesita el país, no más mentiras.
Meses de incertidumbre producto de actuares incomprendidos e incompresibles, tanto por el Tribunal Electoral (TE), como por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que no actuó con la celeridad necesaria.
Ahora. Existen indicios de compra de votos, por lo cual se pudiera utilizar tecnología para tomar fotos al momento de votar y es con el uso de relojes u otros aparatos, para demostrar al corrupto la casilla marcada por el votante.
El TE tiene la obligación de impedir, no solamente la entrada al recinto de votación con celulares, también con relojes o cualquier instrumento para llevar o extraer la prueba del voto. Dios te salve, Panamá.
No entraremos a detallar costos de inversión, demostrar tantas falacias pudiera terminar aburriéndoles.
